Lo primero que debemos hacer antes de desarrollar el tema es explicar en qué consiste este síndrome de una manera fácil.
En términos prácticos es una voz que le dice internamente que usted es un fraude.
Se manifiesta en personas con carreras o trabajos de alto rendimiento, de éxito, incapaces de asimilar y reconocer sus logros. Para estas personas una carrera ejemplar o importantes logros académicos no son suficientes para llamarlos éxito ya que no se sienten merecedoras de él.
Según la doctora Valerie Young 7 de cada 10 personas han sufrido de este síndrome.
Aida Baida Gil, autora del libro "Cómo superar el síndrome del impostor", ha afirmado que quienes lo sufren "tienen la sensación de no estar nunca a la altura; de no ser lo suficientemente buenos, competentes o capaces; de ser impostores, un fraude".
Aida Baida hace una clasificación en dos niveles: uno que desaparece con el tiempo y la experiencia, y que se manifiesta cuando nos enfrentamos a un nuevo reto o puesto de trabajo, y otro que empeora con el tiempo.
La persona prefiere atribuir el éxito a factores externos, a la suerte o al trabajo duro, pero no a su inteligencia o a su capacidad. Además, reivindica el fracaso como propio. Este síndrome va mucho más allá de una baja autoestima o falta de confianza.
Las personas que lo sufren suelen sentirse insegur@s, con ansiedad, tristeza, sienten desesperanza y frustración porque creen que no logran cumplir con los altos estándares de su carrera.
¿Cuáles son las causas?
Existen 4 posibles causas que se han identificado como origen del síndrome:
1. Las dinámicas familiares con padres o familiares muy exitosos o cuando la persona es identificada como lo que coloquialmente se llama la oveja negra.
2. Estereotipos de género en los que, por ejemplo, las mujeres se enfrentan a mensajes de éxito y fracaso diferentes a las de los hombres.
3. Diferencias salariales que no reflejan la inteligencia y el rendimiento de las personas.
4. Percepción de éxito, fracaso y competencia con niveles de exigencia altos, casi inalcanzables.
¿Cómo afecta su vida laboral?
La afecta de manera directa y más de lo que usted se puede imaginar. Afecta su día a día al imaginar que no se merece el éxito, que los demás descubrirán que no es tan inteligente, al dudar de las habilidades, al sentir un miedo inmanejable al fracaso o pensar que su resultado no será bueno.
No querrá tomar riesgos, ni pedir mejoras que en realidad se merece como un ascenso, trabajará por debajo de su potencial, sufrirá mayor estrés ya que tratará de trabajar duro para justificar su éxito.
¿Qué puedo hacer para manejarlo?
1. Identifique la emoción y diferencie cuándo se está haciendo responsable de temas que no le corresponden o que no dependen de usted.
2. Haga un recorrido de sus logros personales con alguien de confianza.
3. Acepte abiertamente los cumplidos y agradézcalos en voz alta.
4. Trabaje en los momentos en los que siente preocupación por un error y no trate de quedar bien con los demás.
5. Diferencie cuando está abordando un tema o acción desde el perfeccionismo constructivo o el inconformismo destructivo.
6. Visualice una percepción nueva y positiva sobre usted y todo lo que puede llegar a hacer.
7. Pregúntese ¿Cuál sería el diálogo que me gustaría tener en futuras ocasiones conmigo?
Es fundamental trabajar en nosotros mismos, con ayuda de personas cercanas y de profesionales, para poder superar esa voz interna que no nos permite reconocer nuestras habilidades y logros con franqueza basada en hechos reales.
Aprenda a decir “Sí, me lo merezco”, “Si, lo logré porque soy inteligente”, “Sí, lo hago mejor que los demás y siento orgullo por mis logros”.
La vida es solo suya y nadie le puede quitar lo vivido…nadie le puede quitar lo que ha alcanzado con sus propias manos.
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